Las Guerras de Bakán recomienda: "La Radio de Darwin" de Greg Bear


 

Muy buen martes a todos. Sí. Sé que no es sábado, pero esta semana voy con retraso, he estado el finde fuera adoptando un gatito de 3 meses muy naranja y muy guapo y la adaptación ha llevado más tiempo del que me pensaba. Así que no he podido escribir esta entrada hasta hoy.

Pero vamos allá. Esta semana voy a recomendar una obra un tanto especial. Me voy a arriesgar. Esta es posible que no os guste a muchos, a diferencia de las anteriores (que era más probable que gustaran en general). Recomendar esto es un poco más arriesgado. Si sois del ramo de las ciencias biosanitarias es posible que os encante, si no lo sois las posibilidades bajan sustancialmente. A mí, como bioquímica, esta novela me fascinó. A una amiga, historiadora, le aburrió y no la llegó a terminar (eso que suele gustarnos el 99% de lo que nos recomendamos mutuamente, tenemos gustos parecidos). En cambio a su hermana, veterinaria, le encantó. Así que, como veis, puede que recomendando esto me arriesgue un poco más de lo normal. Esta obra entre mucho más en el campo de la Ficción Científica que todas las otras de SciFi que he recomendado.


Antes de nada voy a hablaros un poco de mi relación con las obras de Greg Bear, que está a medio camino entre el amor y el "qué tripi se ha metido este hombre hoy". A diferencia de Bujold, Connie Willis, David Brinn o Sawyer, Greg Bear es un escritor algo más irregular. Tiene obras realmente BUENAS ("La Radio de Darwin" "La Reina de los Ángeles" "/" —Si, se titula /—), pero también tiene otras francamente peñazo o más bien "tripi time" como "La ciudad del Fin del Tiempo", "Marte se Mueve" o "Los Niños de Darwin" —de esta ya hablaré más adelante. Si a raíz de esto decidís leer algo de Bear ojito, que no todo es tan bueno como lo otro que tiene. Si a alguien le parece que alguna de las que yo he mencionado como insufribles es buena, lo siento mucho, en estas recomendaciones estoy siendo totalmente PARCIAL ;) Como dice una amiga, los gustos son como los culos, todos tenemos uno.

Pero bueno. Sigamos. La obra que me ocupa hoy es "La Radio de Darwin". ¿De qué va esto? Preguntaréis. Es Darwin. Es evolución. Hasta ahí llegamos todos ¿verdad? Pues sí. Va de la evolución de las especies. No de la evolución de una raza como sociedad, que es de lo hablaba el otro día con la obra de Sawyer, sino de la evolución biológica como especie. Genética, bioquímica. Por eso a los del ramo os gustará esta obra y a los demás... a los demás puede que os aburra un poco. Porque esta obra es ficción científica de la buena, de la documentada, de la extensamente documentada y pensada. A nivel científico, aunque el autor elige claramente la senda darwinista saltacionista y de equilibrio puntuado. En fin. Mejor no os aburro con esto, pero digamos que va bastante en la línea de lo que se está tratando ahora mismo a nivel científico por los investigadores de este campo. Hay otras teorías, pero la predominante hoy día es la de síntesis... Mejor lo dejo. Que el tema me encanta pero no quiero aburriros ahora con una clase de genética y demás. Disculpadme.

Volviendo al argumento. El libro trata de la evolución. De qué pasaría si nosotros fuéramos a ser historia pasada. Qué ocurriría si se fuera a producir AHORA, en ESTE MOMENTO, el salto evolutivo del Homo Sapiens Sapiens como especie. Y no sólo eso. Sino cómo ocurriría y porqué. Cómo se "activaría", qué efectos tendría. A nivel genético, a nivel biológico (está muy bien documentado, es especulación científica que resulta probable; eso es lo mejor de esta obra, que es creíble a nivel científico). En la parte de atrás del libro hay un glosario que os servirá de guía a todos los legos. Los que venís del gremio no lo necesitaréis.

Pero bueno, ¿por qué leer "La Radio de Darwin"? Pues bueno, por la magnífica documentación a nivel científico. Por lo creíble que resulta a este nivel, por la magnífica especulación sobre el papel del DNA basura en nuestro código genético. ¿Sabíais que tenemos un 98% de DNA basura en el genoma? ¿Que este DNA no codifica NADA? ¿Y que un 60%-80% de todo esto son secuencias repetidas una y otra vez? Pero pese a todo tiene su función. Se sabe que protege de mutaciones, que regula nuestro genoma en muchísimos aspectos... pero la mayoría de toda esa enorme carga genética... no se sabe para qué vale. De ahí que se llame basura. Entonces ¿por qué cargamos con semejante lastre? ¿Porque gastamos una cantidad de energía absurda en replicar y almacenar toda esa cantidad de DNA que, a priori, no vale para nada? Partiendo de esta base científica, Greg Bear nos dice que esa enorme cantidad de DNA codifica las reglas de la evolución. Y te da argumentos científicamente interesantes para reforzar esa especulación. Plausibles.

Leedlo para saber más. Si queréis podéis luego acercaros a libros científicos y echar un ojo a lo que se comenta hoy día. Es fascinante. A mi me parece fascinante. Eh... bueno, lo dejo de nuevo que me dan ganas de empezar a hablaros de genética y no es plan. Perdonad  de nuevo. Me vuelvo a centrar.

Volviendo al tema. Otra vez. Científicamente mola. Vale ¿por qué más leer esta novela? Bueno... por la excepcional forma en que te explica las consecuencias sociales y morales y políticas que un descubrimiento así generaría. Imaginad. ¿Qué pasaría si de pronto descubrieras que la evolución de la raza humana hacia una nueva especie se está produciendo aquí y ahora? ¿Si supieras que TU raza, se va a extinguir a largo plazo porque llega algo nuevo? ¿Si supieras, además, que este nuevo salto en la evolución pasa por ciertas consecuencias a nivel de fertilidad de TODAS las mujeres del planeta? ¿Cuál sería la reacción del ser humano como sociedad? ¿Qué pasaría a nivel político? Este es uno de los dos temas centrales de la trama. El otro es el científico. Este es uno de los enormes puntos fuertes de la novela.

Por eso me fascinó también esta obra. No deja de lado el impacto social. Te explica el científico, pero te abre el social, el político, el moral. Las decisiones que habría que tomar. Las revueltas. El miedo. El racismo. La intolerancia. El odio. Y el amor.

Al igual que me ocurre con Sawyer, no podría recomendaros esta obra por sus personajes, que no me terminan de convencer. La prota (Kaye Lang) es más sosa que un día sin pan, buena científica, pero sosa. El prota (Mitch Raffelson) es... algo así como peñazo y místico (misticismo que encuentro SOBRA en la novela, pero bueno) y un sosainas del copón también. El mejor personaje es uno de los protas secundarios, un científico de la FDA Christopher Dicken, epidemiólogo. Pero salvo con este pobrecillo que merecería mucho más a Lang que el sosoplasta de Mitch, no termino de encariñarme con ellos. Pero el argumento lo compensa. Magistralmente. Añadir que Bear tiene otras obras con personajes mejores, como "Reina de los Ángeles" pero que mayormente es un poco soseras con todos. Es lo que hay :P

Esta reseña se me ha quedado corta. Lo lamento, pero como es una obra científica, muy científica, que hará las delicias de los de ciencias y puede que de alguno de letras... pues es todo lo que puedo decir sin spoilear nada. No quiero contaros mucho más porque implicaría meterme en temas científicos y contaros cosas del libro que mejor descubrís vosotros. Como digo, no es para todos los públicos, pero me apetecía recomendárosla por lo que significa para mi, como científica. Es una novela que también he recomendado a mis alumnos.

Eso sí, ojito. Hay segunda parte "Los Niños de Darwin" ¿Recordáis que os había dicho que la mencionaría más adelante? Pues hela aquí. Es para deciros que NO os la leáis. NI se os ocurra. ES MALA. MALA, MALA, MALA. Es la novela que trata de la raza que viene luego. De los que heredarán la tierra... por así decirlo. Es la novela que tendría que haber escrito Sawyer, con su mano mágica para crear especies, razas y sociedades nuevas. La obra que JAMAS debiera haber escrito Bear. No tiene talento suficiente. Así que si no queréis una desilusión, no la leáis. Hace poco me la volvía a leer para ver si realmente era tan mala como me lo había parecido en un principio. Y lo es. Donde tendría que haber sido más cruel, más sanguinario, más nazi... da un paseo por el campo. Tendría que haber sido una obra más dura, profundizar en determinadas áreas mucho más y no quedarse en la superficie. Y sobre todo, no hacer lo que hace con la nueva especie. NUNCA: convertirla en una panda de hippies feromonados en plan comuna. ARGHGHHHHH. HORROR. Vale. Lo dejo. Paro.

Pues bien, hasta aquí hemos llegado. La semana que viene más ciencia ficción. Esta vez de la mano de Connie Willis. ¿Recordáis que os había dicho cuando recomendé a Bujold que hablaría de Willis? Pues toca la semana que viene. O más bien esta semana. El sábado. Hasta entonces disfrutad del veranito.

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